martes, 2 de junio de 2009

Todo saldrá bien.


Voy en el coche camino del trabajo con los besos de Cola-Cao aún en mis mejillas, inmersa en mi diálogo interior, pensando como poder hacer las cosas de una forma medio normal, medio correcta, como poder pasar de una supervivencia a una vida ...de pronto el panel publicitario que está ante mí parece querer animarme: "Todo saldrá bien. (Nueva gama de coccion 2009. Bosch)". Sonrío.
Rachel Yamagata empieza a sonar ... y vuelvo a sonreir.
Habrá llegado de verás mi momento?
Pasado mañana es mi 10º aniversario de boda y estoy inmersa en una separación. Hace 10 años me iba en coche-cama a Almería con mi vestido de novia colgado en el vagón, llena de esperanza e ilusiones, alegre e ingenua, con mis zapatos y mi vida por estrenar, con Tailandia y Bali esperando a la vuelta de la esquina y con un millón de sueños por cumplir.
Aún habiendo fracasado no puedo arrepentirme. Solo por mis cachorros ha merecido la pena. Y aún hay cosas. Me las guardo pues son parte de mí. Hay mucho dolor, y soledad, expectativas defraudadas y decepciones. Todo eso configura quién soy a día de hoy.
Todo eso ha puesto las arrugas en mi rostro y las ganas en mi alma.
Estoy en el tunel de Azca y el señor del coche de al lado me mira desde lo alto. Es un Range. Negro y con lunas tintadas.

Alguien juega conmigo y parece guiñarme un ojo.
Todo saldrá bien.